La pirámide Cestia. Una pirámide en Roma

 Imagen de: Iamthearm

Tal vez a algunos os resulte conocida, a los historiadores, porque han tenido que estudiarla, a los viajeros, porque han tendido el placer de conocerla en uno de sus viajes, a los frikis, porque la han conocido en el juego de Assassin's creed brotherhood. Personalmente no la conocía hasta hace unos días, síiii, vaaaale, soy una de esas frikis, pero el juego está muy bien y la ambientación es una pasada, pero este no es el momento de frikallar, aunque haya sido lo que me ha llevado a realizar este post. 

El caso es que así como la he visto, he corrido enseguida a documentarme y esto es lo que he averiguado:

Quizás, al primer golpe de vista, nos puede llamar la atención un edificio como este en medio de Roma, pero si nos remontamos hacia el año 51 a.C. cuando Julio César y Cleopatra luchaban en la batalla de Actium por su pueblo, empezamos a entender un poco.

Marco Antonio                         Cleopatra                            Julio César

El lazo entre este romano y esta griega-egipcia, lo empezó todo y también lo terminó. Durante años Cleopatra luchó por mantener su reinado, intentó mantenerlo alejado de las manos de los romanos, acercándose íntimamente a dos de ellos.

La muerte de Cleopatra, supone el fin del reinado Egipcio, pero la continuación de una de las muchas conquistas del Imperio romano.

El tiempo va pasando y las influencias entre unos países y otros se hace patente en su arte, y quién sabe mejor que los romanos sobre las “influencias”

A lo largo de la época de los Césares (dinastía Julio-Claudia), empieza a hacerse patente la arquitectura funeraria monumental. Los grandes mandatarios, desean ser adorados como dioses en la tierra y dejar constancia física sobre ello. La construcción de un mausoleo donde perpetuar su nombre era una idea más que atractiva como registro de su magnificencia en vida. 

Cayo Cestio Epulone, funcionario romano y miembro del importante colegio religioso Septemviri Epulonum, decidió trazar su tumba y perpetuar en el tiempo a lo grande, así fue como en torno al año 12 a. C. este funcionario manda construir su lugar de descanso eterno en forma de pirámide como de un egipcio se tratase. 

De tamaño más reducido y más aguda, este monumento descansa a la derecha de Porta de San Paolo, y cerca del cementerio de los protestantes. A partir del siglo III, se incorpora y forma parte de la muralla Aureliana, perpetuando hasta la actualidad.

Durante 330 días esta pirámide fue realizada en ladrillo, revestido en mármol blanco de travertinos, escondiendo en su interior tan solo una nave, con un óculo cuadrado, en el interior, albergaría al difunto.

A lo largo del medievo se pensaba que esta era la tumba de Remo, fundador de la primitiva ciudad romana, dada su importancia el Papa Alejandro VII (1663), manda restaurarla bajo su linaje, queda patente bajo unas inscripciones que se aprecian en uno de los laterales de la pirámide.

Actualmente la pirámide permanece en su sitio, siendo uno de los centros más visitados para los turistas, aunque actualmente permanece cerrada.

Así que ya sabéis, si no os queréis desplazar a Egipto, porque ahora mismo es una locura, siempre os queda la pirámide Europea, donde además podéis visitar los foros, el coliseo, millones de iglesias, la fontana di trevi e incluso el Vaticano, ¿Qué más se pude pedir?