"Estampas
egipcias" es una guía de viajes que gracias a EÇa de Queirós nos
traslada al Egipto de 1869, ofreciéndonos una visión bastante diferente a
la que nos tienen acostumbrados las novelas historias, los libros
históricos o las películas históricas. Nos ilustra gracias a su
descripción, las penas y las alegrías que nos podríamos encontrar en el
Egipto de aquella época y que me atrevo a decir, no varia demasiado con el que nos encontramos
hoy en día. Con Queirós viajamos por Alejandría, ciudad que no le ha
gustado demasiado, más bien nada, a pesar de ser la ciudad de Cleopatra o
Alejandro Magno. Nos lleva a El Cairo y a Sudán viajamos a través del
Delta, donde nos cuenta el protagonismo del Nilo con respecto a la
población y como sin él no serían nada, también nos cuenta la terrible
mafia de poder que se encuentra en torno a él, y como siendo un
campesino no eres nada pero si eres el pachá lo posees todo,
describe muy bien todo lo que ve, incluso lo que siente. Nos habla
también sobre la inauguración sobre el canal de Suez y como a
consecuencia los ingleses tienen ideas no demasiado positivas para Egipto,
es aquí cuando empieza para mí a ser un poco más complicada la lectura,
no en cuanto a dificultad de expresión sino en cuanto a dificultad para
prestar atención. Aunque sin duda y a pesar de este pequeño
inconveniente hago un balance sobre el libro y tengo que recomendarlo,
lo hago porque hasta el momento no había leído nada igual (en cuanto a
historia sobre Egipto se refiere) y considero que soy una gran fan y
lectora de esta época.
Todos o casi todos idealizamos este país, no es para menos en ciertos aspectos, pero a veces nos olvidamos de que existe otra lado que no es ni mucho menos tan... bonito. Hay otra cara que se esconde bajo arquitecturas de belleza, estamos acostumbrados a lo antiguo y no tanto a lo contemporáneo, tenemos más interés por el que ha pasado y no por el que nos encontramos, estamos acostumbrados al bonitismo que lo rodea y no a la parte pobre que es tan amplia o más que la bella. Pues bien Eça de Queirós hace un balance sobre estas dos caras que merece la pena escuchar.
Todos o casi todos idealizamos este país, no es para menos en ciertos aspectos, pero a veces nos olvidamos de que existe otra lado que no es ni mucho menos tan... bonito. Hay otra cara que se esconde bajo arquitecturas de belleza, estamos acostumbrados a lo antiguo y no tanto a lo contemporáneo, tenemos más interés por el que ha pasado y no por el que nos encontramos, estamos acostumbrados al bonitismo que lo rodea y no a la parte pobre que es tan amplia o más que la bella. Pues bien Eça de Queirós hace un balance sobre estas dos caras que merece la pena escuchar.
Imagen:Alexandra
Es un placer informarte que has ganado el premio liebster blog. En mi blog encontrarás más información. Un beso
ResponderEliminarmarcianadesign.blogspot.com