Aquí, allí y en todas partes: La torre de San sadurniño. Un lugar mágico y con Historia

lunes, 18 de marzo de 2013

La torre de San sadurniño. Un lugar mágico y con Historia


En las proximidades de Pontevedra existe en pueblo llamado Cambados en cuya periferia se esconde una torre que si nos guiamos por su estado actual, jamás nos podríamos imaginar la historia que se esconde tras ella.
La primera vez que la vi, a pesar de su estado ruinoso me fascinó, me fascinó su emplazamiento, su forma y el lugar donde estaba. Recuerdo que decidí ir a conocerla para barajar la posibilidad de hacer un trabajo sobre la misma para el máster que estaba realizando en ese momento. Recuerdo que era un día bastante lluvioso en el que apenas pude acercarme a ella, pero sin duda esa fue una de las cosas que hizo que me enamorase sin apenas conocerla. Mi trabajo trataría sobre ella, no me cabía duda. Y así fue como empecé a investigar y querer saber cada vez más, no solamente sobre la torre sino sobre toda su historia, que era, que fue y que pudo haber sido, cual era su relevancia en la historia y la de ahora.

La torre de San Sadurniño se localiza en el pueblo de Cambados, en la provincia de Pontevedra, Galicia, en una pequeña isla conocida hoy en día como "A Figueira", del antiguo barrio marinero de Santo Tomé. 
Una vez allí nos vamos a encontrar una pequeña isla con una pequeña edificación que consta apenas de dos paredes, esa es la torre de San Sadurniño, una torre que hace casi mil años protegió la ciudad de Cambados y fue protagonista de los altercados de los pueblos bárbaros con la ciudad de Santiago ¿Quién lo diría no?  
 Pero el carácter especial de esta torre nace bastante antes de su trabajo defensivo, comienza siendo un asentamiento castrejo, para posteriormente elevarse como faro, suponiendo una guía para los barcos mercantes. Será en torno al siglo X cuando tome su forma como torre-fortaleza. 
Gracias a un mapa del siglo XVII, sabemos que aquí nace la primitiva ciudad de Cambados, esta isla que por aquel entonces contaba con una mayor longitud, estaba compuesta de una muralla, con la torre defensiva a uno de sus lados y con una capilla en el centro de la fortaleza, hoy en día inesistente. Tan solo se han encontrado restos de la muralla, y lo que queda de la torre. Una estructura que por otro lado también mantenían las torres de la Lanzada y del Oeste y que hoy en día todavía se puede apreciar en las ruinas que quedan en pie.
Será el arzobispo de Santiago Diego Gelmirez, quien ordene reforzar dicha torre junto con las de la Lanzada, Calogo,  Lobeira, Cortegada, Meadelo, las del Oeste y el castillo de Da Rocha Forte, con el proposito de reforzar la protección de la ciudad de compostela frente a los ataques furtivos, manteniendo este carácter de protección hasta el siglo XV donde fueron objeto de destrucción en las luchas Irmandiñas. 
Supuso un sistema de alerta no solo para la ciudad de Compostela sino también para los habitantes de Cambados, pues mantenía la tranquillidad cuando en lo alto de la torre el fuego se mantenía apagado, pero también sembraba la incertidumbre y el miedo cuando el fuego se encendía. 

A nivel estructural conserva dos lienzos de cuatro, mantenía la estructura típica de las torres defensivas de su época, una estructura rectangular, al igual que podemos apreciar todavía en las torres del Oeste, distribuida en tres pisos que se traducen al exterior mediante molduras. La cubierta era de techo plano estaba reforzada por almenas.
 
Sabemos que esta torre perteneció a personajes de gran renombre en la historia, pero además sabemos que bajo los grises muros de la torre de San Sadurniño tuvieron lugar trágicas escenas y dramáticos amores. Aquí según se cree se guareció la reina Doña Urraca de León y Castilla, madre de Alfonso VII. Aquí esperó ansiosa la llegada de su amante Don Payo Gómez de Soutomaior, fugitivo en Francia, la infanta de Hungría, Doña María Gómez. Aquí lloró su abandono, Doña Juana de Castro, mujer por un día del rey Pedro I de Castilla, el cruel.
Fue reconstruida y se volvió a ver afectada de nuevo por culpa del terremoto sufrido en 1755 en Lisboa, derribando gran parte de la torre y la fachada de la capilla. Una vez más fue reconstruida y una vez más fue destruida y abandonada, esta vez para siempre a partir del siglo XIX, tras la revuelta de los señoríos.


Actualmente actúa como un bonito parador donde los pescadores y pescantinas recogen marisco y pescan, en el que las parejas disfrutan de una bella puesta de sol en la ría de Arousa, donde los preciosos colores del anochecer se mezclan  y reflejan con los fríos colores del mar. Para gente como yo, no solo es mágica por su belleza natural, sino por las historias que se esconden en la torre. Cuando voy siempre me gusta imaginar el estado primitivo de la isla como castro, el reflejo de la luz del faro sobre el mar y los marineros alejándose de la costa, me encanta imaginarme esos momentos de intriga en el que se avistaba peligro desde la torre de la Lanzada y se encendía el fuego mientras la de San Sadurniño hacía lo mismo y así hasta llegar a Santiago, es emocionante imaginar que así pudo haber sido. Me gusta imaginar a los personajes emblemáticos guarecerse en el interior de la torre, calentándose en la chimenea que hoy en día todavía se conserva, mientras observan por la ventana como pasan los días. Me gusta por qué no imaginar que otros disfrutan como yo de este lugar.
Así que si alguna vez se os ocurre pasear por Cambados o por sus proximidades no dudéis en visitar a San Sadurniño, seguro que se alegra de veros. 





Imágenes de:  
Foto 1- y 3- San Sadurniño
                     Foto 2- Localización de la torre y 4- Mapa s. XVII de Alexandra
Foto 5- Torres del Oeste
                     Foto 6- Torre de San Sadurniño
 







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